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abril 26, 2020

"EL SILENCIO DEL AMANECER ."



 “Cuando yo tenía 5 años, mi madre siempre me decía que la felicidad es la clave para la vida. Cuando fui a la escuela, me preguntaron qué quería ser cuando fuera grande, escribí feliz. Me dijeron que yo no entendía la pregunta. Les dije que no entendían la vida.”
 John Lennon 

 No tengo recuerdos, ni tampoco memorias de cuando vivía. Cuando desperté en esta nueva inmortalidad, todo me resulto desconcertante y fue como si en ese momento hubiese sido mi verdadero nacimiento.

 Asentí, sin saber que decir y eché un vistazo a mi entorno estaba ahí frente a mí el hombre que me recibió en sus manos al nacer... Sus manos temblorosas, su voz entrecortada y sus ojos de mar llenos de lágrimas ... ahí surgió la promesa de un gran e inseparable amor. 

Nadie busca ni tiene la oportunidad de nacer por cuarta vez. Te vas en un viaje inesperado a recorrer esas cortinas blancas llenas de luces que te indican el camino. Permaneces atrapada en el tiempo entre monitores y sirenas sin saber cómo regresar. 

Te preguntas una y otra vez para que sirve la vida, para que sirve vivir en medio de la prisa? y aun no tengo respuesta. 

Todos nacemos libres y debemos ser libres pero que pasa cuando te quedas atrapada en el tiempo y no puedes evolucionar. Hoy lo tienes todo y a los 15 días despiertas y tienes que vivir y perseverar hasta conseguir un corazón que vuelva a latir bien dentro de ti. 

No existen caminos derechos, siempre hay desvíos, curvas, son pedregosos a veces llenos de pantanos, piedras, subidas, bajadas o los divide un océano y así los tenemos que transitar para llegar a su final. 

Estos caminos se vuelven como un viacrucis llenos de estaciones, y en cada estación vas conociendo personas algunas marcan tu vida, (te juzgan y te señalan, emiten criterio sobre tu persona aun sin conocerte) otras se unen a tu vida porque forman parte de ella con la promesa de una "amistad y amor eterno" y luego se marchan de la misma manera sin dejar rastros en su andar. Otros se quedan anclados en tu vida como un barco en alta mar en calma, cuyas olas son de colores de vida, que proceden de todas partes del mundo, siendo el origen de sus corrientes América lugar que me vio nacer, cuyas raíces forman parte de mi ADN, esta mi origen, mi esencia, mi padre, amigo, compañero y capitán de mi vida. 

Todos han marcado mi vida, han detenido el tiempo y formado un arco iris en mi corazón. 

 Algunos hablan de amistad virtual, yo me he preguntado si el corazón sabe lo que es una amistad virtual? Mi corazón me dice que no, para mi, no existe la palabra virtual, porque amamos el alma y el corazón de las personas. - A Dios nadie le vio jamás. 

No necesitas ver y tener frente a ti a una persona para quererla. “El que ama a Dios, ama también a su hermano.” 

 He sido muy bendecida al tener a un padre maravilloso, a mis hermanos, a mis mejores amigos desde siempre “Maurice e Dan, y a personas que he conocido y que se han convertido en buenos amigos. 
Gracias por todo el amor que me han brindado, ese amor es el que me ha sostenido en mis tiempos dulces y especiales. 

Ningún ser humano es perfecto, estamos lejos de serlo, porque la perfección solo le pertenece a Dios.

En la vida te vas a encontrar con personas buenas y de sentimientos no definidos, digo no definido, porque no son personas de malos sentimientos, sino porque han vivido situaciones que no pudieron superar y que eso de alguna manera contamino su corazón de odio, resentimiento y las convirtió en personas toxicas, y van descargando su frustración en su andar por la vida. 
No tenemos que sentir resentimientos u odio, sino que debemos sentir compasión y orar por ellas, pidir a Dios que cure sus corazones para que vuelvan al camino correcto. 

En lo personal no me preocupo por las críticas de las personas, porque su objetivo es contaminar mi corazón de odio. Jamás podrán dañar mi esencia, se quién soy, de donde vengo, y de que material esta hecho mi corazón. Dios conoce mi alma y lo que hay en mi interior. 

Estas situaciones tomémosla como parte del crecimiento del ser y fortaleza espiritual. 

 Sin importar la procedencia del odio u ofensa, he perdonado muchas veces por amor propio, por amor a mi familia y a mis amigos. 

 A pesar del daño que algunos seres a los que he amado han pretendido causarme , ellos han secuestrado mi alma y mi corazón, y vivieran en mi, en cada despertar, en cada latido de mi corazón.

 El amor todo lo puede y gracias a ese amor es que vivo. 

Ahora estoy haciendo un alto en el camino, no sé si pueda continuar compartiendo tiempo con ustedes, es necesario hacer un paréntesis para reflexionar, y voy a iniciar por el perdón. 

 Las disculpas más profundas nunca son escuchadas por los oídos, se sienten a través del corazón. 

El perdón es un regalo silencioso que dejas en el umbral de la puerta de aquellos que te han hecho daño. 

 Uno no hace amigos; los reconoce a medida que los va encontrando.

Amor es hablar con esa persona especial y sentir que se detiene el tiempo. 
Gracias al padre, al hermano y al amigo. Si algún día me necesitas… Solo piensa en mi … 
di mi nombre… y ahí estaré...

Donde quieras que tu vayas llévame en tu corazón. 

 “Si alguien ama a una flor de la que sólo existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas.”
Alexa Ch


abril 23, 2020

"La Esencia Del Ser Humano"
No eres los pensamientos, eres el espacio desde el cual surgen los pensamientos. ¿Y qué es ese espacio? Es la conciencia misma. La conciencia que no tiene forma. Todo lo demás en la vida tiene forma. En esencia somos esa conciencia sin forma que está detrás de los pensamientos.

Hay una potencia en el alma y no sólo una potencia sino [una] esencia y no sólo [una] esencia sino algo que desliga de la esencia. Somos alma, cuerpo, razón y amor, y el amor hace milagros en las personas, cambia las actitudes, porque el amor cambia los sentimientos y porque el amor cambia los pensamientos.

Hay una potencia en el alma y no sólo una potencia sino [una] esencia y no sólo [una] esencia sino algo que desliga de la esencia. Trae el hombre recluso en el alma una eternidad, y algo puede aprender el hombre en esta eternidad con respecto a la esencia de su alma misma.

La esencia de la vida espiritual está formada por nuestros sentimientos y nuestras actitudes hacia los demás. 
Dalai Lama

Como el inicio de todo, nos remontamos a la historia de la humanidad y de nuestros antepasados y retrocedemos nuevamente al principio de los tiempos, porque la explicación del origen de nuestra vida está en el inicio de la historia. Si queremos avanzar en el conocimiento solo necesitamos retroceder en el tiempo y encontraremos la esencia de lo nuestro: 

Dios, como único Creador de cuanto ser vivo existe, y como la Máxima expresión de los dones del amor y de la libertad.

Esencia del ser
Conjunto de características permanentes e invariables que determinan la naturaleza  de un ser: Lo que constituye la naturaleza de las cosas y representa en ellas lo permanente e invariable. 
La palabra esencia viene del latín essentia que a su vez proviene del infinitivo del verbo latino esse, ser=existir, cuyo participio ens es el ente como ser que existe.”, Término que fue usado por primera vez por Cicerón para traducir el término griego de οὐσία (“ousía”) que viene del participio presente activo del verbo εἰμί o “ser” (ὤν, οὖσα, ὄν,)

La raíz indoeuropea es *es- como se puede ver en el griego εἰμί “eimí”(que antiguamente era “esmí”), el hitita “eimi”, el sánscrito “asmi” y el gótico “imi” 

Etimología y significado
Essentia en la filosofía tradicional se ha interpretado como sustancia, con un doble sentido:
  • Sustancia primera es el individuo que muestra que es: que existe y muestra su existencia.
  • Sustancia segunda es la clase lógica que enuncia mediante un discurso lo que es: el atributo de la sustancia primera que muestra su identidad permanente. Lo que introduce las siguientes correlaciones:
En lógica de primer orden lo respecto al conocimiento de los hechos de experiencia mediante la designación de los individuos conocidos.

En lógica de segundo orden, es respecto al conocimiento de lo real como realidad, es decir la definición científica que considera como objeto de su estudio la esencia o propiedad, o conjunto de propiedades que define una clase natural. En la filosofía tradicional la esencia ha sido considerada como la propia e indisoluble identidad de las cosas frente a la apariencia fenoménica de la experiencia, lo que situaba a la esencia en una realidad metafísica. Actualmente, no se considera la metafísica dentro del ámbito de la ciencia. Lo real de las esencias deviene solamente objeto de especulación, como tendencia al esencialismo.

La esencia es la propiedad, o conjunto de propiedades, que constituyen a una clase natural o a un individuo. La ciencia considera las propiedades que se manifiestan en la experiencia o experiencia posible, como predicados de un conjunto de individuos que tienen dicha propiedad en común; es decir una clase lógica. De este modo el objeto de estudio adquiere una dimensión universal referida a un universo de posibilidades en el mundo, siendo el sujeto gramatical de su discurso la propiedad, o conjunto de propiedades que pretende significar, de forma directa o de forma derivada, una clase natural.

Cada ciencia por ello distingue su objeto material y su objeto formal. El avance teórico, la reflexión sobre lo general como modelo, exige la comprobación en lo concreto y material en el experimento o en las inferencias materiales que puedan deducirse de la teoría.

La esencia en la filosofía de la antigüedad clásica
Sustancia, predicados, categorías y predicables artículos principales: Sustancia, Predicado (lógica), Categoría y  Predicable. Platón consideró la "esencia" según el segundo sentido señalado en la introducción, como ίδέα (idea) o forma eterna e inmutable de las cosas materiales y sensibles con un sentido metafísico, realista y trascendente. Considera las ideas como esencias separadas, verdadera realidad que es. Las ideas son modelos de las cosas materiales y éstas únicamente son por participación y no constituyen verdadero ser.

El verdadero introductor de la esencia en la doble dimensión señalada anteriormente es Aristóteles. Aristóteles, a diferencia de Platón, parte del hecho de la existencia de la sustancia primera (ούσία), que es la sustancia propiamente dicha. Mientras la sustancia primera (sujeto de todos sus predicados) permanece en la existencia a través de los cambios (como desarrollo de su forma sustancial) permanece su identidad como 'sustancia segunda (sus predicados esenciales, su esencia).

Esta identidad son predicados que están indefectiblemente unidos a la sustancia primera en su devenir existencial. Y son:
  • el género
  • la diferencia específica
  • la propiedad

Aristóteles considera el όρος o definición como κατηγορούμενα; uno de los predicables que lo define como predicado convertible con el sujeto de forma esencial.

Pero el hecho de considerar la esencia como predicado genera un cierto problema de interpretación:
Los predicados esenciales no individualizan la predicación, sino que expresan lo esencial de un género o especie. 

La esencia en la edad media
La tradición neoplatónica del cristianismo subrayó el sentido platónico primitivo, pues las esencias se constituían como ideas subsistentes en la mente divina principios de la creación conforme al plan de su Divina Providencia, manteniendo de esta manera su sentido metafísico.

Pero en Latín ούσία se tradujo mediante el término hipóstasis como sustancia primera. Y la sustancia segunda se tradujo como essentia derivándola del infinitivo del verbo esse que también tiene el sentido de existir. Así San Agustín, De Trin, V ii, 3 :Esencia se dice de aquello que es ser (ab eo quod est esse dicta est essentia). Lo mismo que sapientia que proviene desapere y scientia de scire.

Mediante esta traducción se puede confundir entonces el ser, ESSE (de la sustancia primera) y el ESSE (de la sustancia segunda) como proviniendo ambos sentidos del mismo principio. De este modo los cristianos al considerar a Dios principio absoluto:
  • En el hecho del existir (creación de la nada).
  • En la constitución del contenido como forma de la esencia, corresponde a Dios todo el fundamento de uno y otro sentido como Ser que Es; ideal que fundamenta la creencia en el Dios creador cristiano.


Boecio, en su intento de recuperar el pensamiento de Aristóteles y sintetizarlo con la tradición platónica cristiana, considerará la esencia como forma y como natura. Forma en cuanto puede ser objeto del entendimiento y por tanto objeto de definición. Natura en cuanto constituye al ser como principio causal de la creación. Lo que da origen a la problemática posterior sobre la esencia en los siglos siguientes.

Ser posible (ser de esencia) - Acto de ser (existencia)
La reintroducción del pensamiento de Aristóteles en occidente a través de los árabes, siglo XI, abre nuevas perspectivas y plantea diversos problemas:
Artículos principales: Problema de los universales, Avicena, San Anselmo, Santo Tomás de Aquino y Duns Scoto. La utilización del término esencia, a partir del infinitivo latino “esse”, tal como introdujo San Agustín, suscita diversos problemas al aplicar dicho concepto a Dios. Pues Dios no puede considerarse como una cosa más y sin embargo es más existente que todas las demás cosas. Esto adquiere especial relevancia al recuperar el pensamiento aristotélico a partir del siglo XI. Para algunos medievales, junto con el esse infinito perfecto de la idea del Ser platónico, existir es ante todo el esse, entendido como “actualidad”, subsistens. En Dios se mezclan los dos sentidos en un solo y único término lingüístico. El problema de la esencia no es simple. Los escolásticos la trataron con mucho detalle, pues consideraron la esencia en tres modos posibles: en la cosa, en el concepto y en sí misma valorándose de una u otra forma según se subrayara un aspecto u otro de la cuestión.
  • Avicena consideró que la existencia (esse) era un accidente de la esencia (quidditas) para los seres creados. La existencia remite entonces a una esencia posible, a diferencia de la esencia necesaria que es Dios.
  • San Anselmo construyó el famoso argumento ontológico que tanta influencia ha tenido en el racionalismo considerando que en Dios la esencia incluye la existencia como una propiedad más, una perfección.
  • Averroes consideró que no había distinción alguna entre esencia y existencia.
  • Alejandro de Hales no admitió una distinción real entre esencia y existencia sino únicamente una distinción de razón.
  • Enrique de Gante consideró una distinción intencional. Será Santo Tomás quien aplicando un esquema analógico al aristotélico de potencia-acto, sintetizará la cuestión en la distinción real entre ser de esencia y ser de existencia, rechazando el argumento ontológico de San Anselmo.


Para Santo Tomás la distinción real entre esencia y existencia en los entes creados no significa que la existencia sea un mero accidente de la esencia. La existencia puede proceder de una causa eficiente trascendente a la esencia (Dios creador, en quién esencia y existencia coinciden) y no ser un “agregado” o accidente de la esencia, sino un acto de la esencia a partir de su ser en potencia como posible.

Tal es el sentido de la “creación” del mundo a partir de las esencias como ideas divinas (Divina Providencia) y de las existencias como sustancias individuales en el mundo sensible y material como movimiento por la acción de las causas. Lo que hace posible argumentar la existencia de Dios a partir de la existencia de las criaturas, como IPSUM ESSE SUBSISTENS. Tal es el acierto de la síntesis tomista entre la tradición neoplatónica cristiana y el aristotelismo incorporado a la filosofía occidental a partir del siglo XIII.

La esencia en la filosofía de la edad moderna
En la filosofía tradicional el origen y fundamento se busca en el “objeto de conocimiento”, y el fundamento se encuentra en lo real, designado como “ser” y comprendido como “realidad”. Ahora el origen y fundamento de la reflexión es la reflexión misma en la conciencia, el pensamiento.

El Objeto
Se concibe como realidad a partir del propio pensamiento Como sustancia se comprende de igual forma que en la filosofía tradicional; pero su realidad es considerada, en principio, como mero objeto de experiencia subjetiva. De este modo la sustancia, como sustancia primera, es concebida de dos modos:
  • Racionalistas: Como idea cuyo concepto es: “Aquello que no necesita de otra cosa para existir”.
  • Empiristas: Como idea cuyo concepto es: “Idea que resulta de la asociación de otras ideas simples como predicados de ella”.


Y la esencia, como sustancia segunda es concebida como posibilidad de existir, de tres formas diferentes:
  • 1 Como posibilidad intrínseca, en cuyo caso:
  • 1.1 O bien la posibilidad de existencia se realiza mediante un principio de razón suficiente en un mundo de con posibilidad basado en la identidad de las sustancias.


Decir que ciertas esencias tienen una inclinación a existir y otras no, es decir algo sin razón, pues la existencia parece estar universalmente relacionada con cada esencia del mismo modo. Llamaremos a esa condición formal y pura de la sensibilidad, a la que se halla restringido el uso de los conceptos del entendimiento, esquema de esos conceptos y denominaremos esquematismo del entendimiento puro al procedimiento seguido por el entendimiento con tales esquemas.

Tales esquematismos hacen posible la consideración del objeto como:

Esquema
Objeto como
De la cantidad
Número
De la realidad
Cuántico
De la sustancia
Sustrato
De la causa
Sucesión de lo diverso
De la comunidad
Interacción entre sustancias
De la posibilidad
Determinación de algo en el tiempo
De la realidad
Existencia en un tiempo determinado
De la necesidad
Existencia en todo tiempo de un objeto

La tabla de las categorías nos lleva con la mayor naturalidad a la tabla de los principios, ya que ésta no es otra cosa que las reglas del uso objetivo de aquéllas. Para que sea posible la experiencia y sea posible la expresión de la múltiple diversidad de la experiencia sensible en un juicio sintético a priori, el entendimiento posee unos principios a priori de la posibilidad de la experiencia.

Analogia de la experiencia
  • Permanencia de la sustancia a través del cambio
  • Ley de causa-efecto reguladora del cambio
  • Acción recíproca en la simultaneidad de las sustancias



Lo que permite el conocimiento del objeto como sujeto permanente de sus predicados y sus relaciones con lo demás como sustancia, si bien ésta únicamente encuentra su referencia en los límites de la experiencia posible según. Los postulados del pensar empírico:
  • Lo que concuerda con las condiciones formales de la experiencia es POSIBLE
  • Lo que está en interdependencia con las condiciones materiales de la experiencia es REAL
  • Lo determinado por las condiciones universales de la experiencia es NECESARIO.



En última instancia la sustancia como objeto y su esencia como concepto y su expresión de predicados en juicios, queda reducida a la síntesis del contenido material de las intuiciones sensibles de la experiencia, elaborada por el entendimiento conforme a sus intuiciones puras de espacio y tiempo, sus esquematismos y la aplicación de sus conceptos puros o categorías conforme a sus propios principios. La escisión Naturaleza-Espíritu, entendido este último como auto conciencia, como capacidad de “ser para sí”, (que se manifiesta en la raíz indudable del pensamiento cartesiano: “pienso, luego existo”), establece sin duda alguna la primacía del espíritu en los diversos idealismos. Superación de todas las oposiciones en la unidad del Absoluto. Absoluto que es Naturaleza y Espíritu, una unidad donde se manifiesta la Verdad Absoluta como Sistema.

Y en el sistema la esencia ocupa una función capital: La esencia es la verdad del ser. La esencia no consiste en algo negativo (que no-es pero es posible, es decir como algo exterior al ser), sino como lo que hace posible el movimiento propio, infinito, del ser. La esencia es el lugar intermedio entre el ser y el concepto. La mediación del Ser y el concepto como verdad y resultado es la esencia. La esencia, a su vez, dialécticamente, se desarrolla en tres fases:
  • Aparece en sí como reflexión y es esencia simple en sí, como determinación del ser.
  • Como esencia que emerge a la existencia, como ser posible.
  • Esencia que forma unidad con su aparición, como realidad.



Ontologismo
Una nueva fundamentación de las esencias, como restauración del catolicismo frente al empirismo e idealismos del XIX, es el intento de Rosmini. El principio del que se parte es de la “esencia del ser” como forma del pensamiento que hace posible el conocimiento: El hombre piensa el ser de un modo universal (Nuovo saggio, Ed. Castelli, § 399) de modo que nacemos con la presencia y con la visión del ser posible .

Las esencias no son una hipóstasis de lo sensible, pero constituyen el verdadero mundo objetivo humano, y el pensamiento lo aplica a lo real, no de forma psicológica (como en el empirismo) ni constructiva (como en el idealismo) sino “naturalmente”. De esta forma el mundo es objetivo e inteligible.

La esencia en el pensamiento contemporáneo
Superado el idealismo del siglo XIX y consolidado el valor de la verdad científica por vía de los hechos en el dominio de la naturaleza, el pensamiento contemporáneo, parte del hecho de la experiencia en sí misma como fenómeno y del carácter intencional de la conciencia. Se concluye de modo general que no es posible un conocimiento directo sino interpretativo y por medio del lenguaje como segundo sistema de señales. La prioridad de la esencia sobre la existencia, conduce al idealismo, pero la ignorancia de la esencia conduce a un universo como conjuntos de existencias desarticuladas y sin jerarquía de un orden.

Las esencias comprenden tanto las formas sensibles como intelectuales y constituyen un lenguaje que enuncia algo acerca de lo que es y que expresa una experiencia de lo real. Como el inicio de todo, nos remontamos a la historia de la humanidad y de nuestros antepasados y retrocedemos nuevamente al principio de los tiempos, porque la explicación del origen de nuestra vida está en el inicio de la historia. Si queremos avanzar en el conocimiento solo necesitamos retroceder en el tiempo y encontraremos la esencia de lo nuestro: Dios, como único Creador de cuanto ser vivo existe, y como la Máxima expresión de los dones del amor y de la libertad.

Somos alma, cuerpo, razón y amor, y el amor hace milagros en las personas, cambia las actitudes porque el amor cambia los sentimientos y porque el amor cambia los pensamientos.
Alexa Ch
Fuente: Monografias

abril 16, 2020


"EL TRASCENDER EN LA VIDA"


“Si quieres vivir una vida feliz, átala a un objetivo, no a las personas o a las cosas”
Albert Einstein
...Cuanto hay por sembrar, por hacer, por descubrir. Si has sembrado, si sigues sembrando, la vida se convierte en VIDA y el sentido será aquello que nacerá en ti , y quedara vivo en los seres que amas.

Los seres humanos trascendemos con cada acción, palabra y pensamiento correcto que tenemos en nuestra vida. Esa es la forma en que dejamos un legado en la humanidad. Es como cambiamos nuestra historia y la de todas las personas que nos rodean. 

La trascendencia se refiere a ir más allá de algún límite o superar las restricciones de un determinado ámbito.

Trascendencia , 
Viene   del latín transcendentia  [ tras.θenˈden.θja ] o [ tra.senˈden.sja ] (AFI)

En la filosofia:

El sentido más inmediato y elemental de la voz trascendencia se refiere a una metáfora espacial. Trascender (de trans, más allá, y scando, escalar) significa pasar de un ámbito a otro, atravesando el límite que los separa. 

Desde un punto de vista filosófico, el concepto de trascendencia incluye además la idea de superación o superioridad. 

En la tradición filosófica occidental, la trascendencia supone un «más allá» del punto de referencia. Trascender significa la acción de «sobresalir», de pasar de «dentro» a «fuera» de un determinado ámbito, superando su limitación o clausura.

Lo trascendente es aquello que se encuentra «por encima» de lo puramente inmanente. Y la inmanencia es, precisamente, la propiedad por la que una determinada realidad permanece como cerrada en sí misma, agotando en ella todo su ser y su actuar. La trascendencia supone, por tanto, la inmanencia como uno de sus momentos, al cual se añade la superación que el trascender representa.

 Superar  aquello  que  quizás  a  la  vista  de  todo puede  ser  como  una    utopía  ,  un  ideaL

Trascendemos en cada una de las acciones llena de valores que vamos tomando y permitimos que esa dimensión espiritual que es propia del ser humano se desarrolle en nosotros.

La filosofía tradicional orienta la cuestión de la trascendencia hacia una demostración o prueba de la inmortalidad del alma y de la existencia de Dios. Para ello se recurre a la analogía del Ser.


Vida: Viene del   latín  "uíuere" "en vivo" . de raiz indo "* gwei-" (Como en la ciudad perdida "Jivaka" - "en vivo" y lituano "gyvata" - "vida")  en Las lenguas Germanas ENCUENTRA * kwiku- De Donde viene en anglosajón "CWIC" ("en vivo").  En griego si ENCUENTRA βίος ("bios" - "vida")  Abarca una serie de conceptos del ser humano y su entorno relacionados, directa o indirectamente, con la existencia.

La vida humana tiene su razón de ser en una creación que debe continuarse en todo momento y en todos los seres humanos desde su concepción y más allá de la vida material, y que responde al primigenio impulso creador de su espíritu. 

Esto explica que el ser humano tenga la formidable misión de recrear en sí mismo la obra de su propia creación, para hacerla extensiva a los demás seres humanos.

Diversas corrientes en la literatura, la filosofía y la psicología han insistido en que "El preocuparse por hallar un sentido a la existencia es una realidad primaria, es la característica más original del ser humano." Esta búsqueda de sentido implica situar la vida del ser humano particular en un espacio y tiempo que la engloba y la trasciende para darle finalidad, propósito, estructura y función.

El sentido implica pues trascendencia. Como lo dice Víçtor Frankl: "El hecho antropológico fundamental es que el ser humano remite siempre más allá de si mismo, hacia algo que no es él, hacia algo o hacia alguien, hacia un sentido. El ser humano se realiza a si mismo en la medida que se trasciende"

Se define  el "sentido de trascendencia" como la capacidad de un ser humano para una forma de experiencia y conciencia, es decir, para experimentar (acto hermenéutico simultaneo de interpretar, sentir y vivir) su vida -o actos de la misma- como parte de una totalidad más amplia, en el contexto cual ésta cobra un significado de misión, y de la cual brota un sentido de responsabilidad, pero también de armonía, de paz y de entusiasmo. La experiencia de la trascendencia implica en primer lugar el reconocimiento de que nuestra vida plena se inserta en procesos más amplios en espacio y tiempo a la luz de los cuales adquiere sentido de dirección, goce y liberación.


Quién trasciende va mas allá de sí mismo, de las personas que lo rodean y de las cosas que tiene o puede acumular, quién trasciende cumple objetivos sólidamente anclados en la profundidad del tiempo, de esta manera manifiesta su fe por el porvenir .

La Trascendencia es un imperativo que le está planteado al hombre como factor de distinción entre las capacidades mismas de especie; sin ella el mismo estado en el que hoy vivimos no hubiera sido posible: el progreso y el desarrollo son producto del deseo de trascender más allá de los límites que define nuestra básica condición animal.

Existen hombres que han trascendido generaciones y que han establecido hitos históricos, pero también existen aquellos que en su trascendencia han marcado UNA vida o UN momento; ambos han cumplido consigo mismos y con la humanidad

 La antítesis de la Trascendencia es la Mediocridad y ella esta notablemente extendida entre aquellos que no atan su vida a un objetivo, porque probablemente la mejor definición de mediocridad no esté relacionada a lo que se ES, sino a lo que no se quiere SER.


 El universo inmenso de la mediocridad está compuesta, cual un cuerpo de moléculas, por un sinfín de pequeños individuos “conformistas” que inician y terminan cada milagroso día de vida siempre igual, sin penas y sin alegrías, sin victorias y sin derrotas, siempre en la comodidad oprobiosa del gris, que tan lejos se encuentra del negro como del blanco.

El sentido de la vida asociado a las “cosas” es mucho más triste, porque éstas siempre debieran considerarse como un medio y no un fin en sí mismas.

 El éxito no se mide en términos de la acumulación de “cosas”, el éxito es una función de la “capacidad de producción” que tiene el hombre. La acumulación de cosas que no se sostiene en una sólida y calificada capacidad de producirlas, es frágil y efímera. El Valor se encuentra en quien produce, no en el producto; el mérito y la satisfacción por el hecho de “tener” se consiguen merced al proceso, al esfuerzo, la capacidad y la habilidad de generar “cosas”.

La necesidad de trascender se explica en la posibilidad de vivir la vida más allá de las cosas o de las personas con las que ésta misma nos premie. La trascendencia es una función de los objetivos que planteemos para nuestra vida y en tanto mayor alcance tengan ellos, mayor el efecto que en espacio y tiempo puede alcanzar nuestra propia existencia. Por otra parte el proceso mismo de conseguir los objetivos condiciona la relación final que tengamos con las cosas y las personas.

Para tener éxito en el cumplimiento de objetivos debemos sostener una relación básicamente equilibrada y productiva con las personas que nos rodean.

El viaje por la vida no es una travesía carente de dificultades y de obstáculos y la labor de vencerlos permanentemente no está al alcance del hombre solo o de aquél que no haya conseguido un mínimo equilibrio en sus relaciones interpersonales.

 En realidad ninguna virtud o habilidad es suficiente para alcanzar la victoria si no se encuentra acompañada de estabilidad y armonía básica en las relaciones familiares y sociales.

Lo trascendente es aquello que se encuentra «por encima» de lo puramente inmanente.  Y  la  inmanencia  es,  precisamente,  la  propiedad  por  la  que  una  determinada  realidad  permanece  como  cerrada en sí misma, agotando en ella todo su ser y su actuar, y permanecemos encerrados sin desplegar nuestro potencial.  Es  la  inmanencia  ese estado de quietud,  de no querer  ver,  de decirnos “no puedo “ cuando  sabemos que es “no quiero."

“El hecho antropológico fundamental es que el ser humano  se remite siempre más allá de si mismo, hacia algo que no es  él,  hacia  algo o hacia  alguien,  hacia  un sentido.  El  ser  humano se realiza  a  si mismo en la  medida  que se trasciende”. 

El sentido de la trascendencia es la capacidad de un ser humano para una forma de experiencia y conciencia, es  decir,  para  vivenciar,  interpretar,  sentir y  vivir,  su  vida  o actos de la misma como parte de una totalidad más amplia. En el contexto cual ésta cobra un significado de misión, y de la cual brota un sentido de responsabilidad, pero también de armonía, de paz y de entusiasmo 

El sentido de trascendencia confiere un significado a la vida, frente a la mera casualidad o el absurdo. Nos da con  ello  la  esperanza  de  que  podemos  esperar  un  mundo  mejor,  que  somos  parte  de  esos  cambios  que queremos, mas allá de la intencionalidad, debe aparecer el acto, el acto valioso que resignifique la existencia personal. 

El  sentido  de  trascendencia  permite  experimentar  un  estado  de  conexión,  es  una  experiencia  de  ser,  de  pertenecer  y  de  cuidar.  Es  sensitividad  y  compasión,  gozo  y  esperanza.  

Es  la  armonía  entre  la  vida  más interna y la vida exterior, o la vida del mundo o del universo. 

Es la creencia en la vida humana como parte del eterno torrente del tiempo .

Por ello, cuanto hay por sembrar, por hacer, por descubrir. Si has sembrado, si sigues sembrando, la vida se convierte en VIDA y el sentido será aquello que nacerá en ti , y quedara vivo en los seres que amas.


Lo que hay es temporalidad, como seres humanos tenemos tres dimensiones:
 la física ó somática, la psicológica y la espiritual. Esta última no muere es la que trasciende y tiene dos características fundamentales que son nuestra libertad y responsabildad.

 Nunca debemos de dejar de sembrar, aun en los momentos más difíciles, en los más trágicos de la vida.  La siembra es la manera de trascender, de perdurar, de existir, de salir de uno mismo y llegar hacia el otro. Eso significa dejar que nuestra espiritualidad no este restringida, que permitamos que sea atraida por los valores. Sembrar,  sin  esperar  ver  la  cosecha; y  permitirte sembrar  te  dará  el  maravilloso  resultado  de  encontrar el sentido a  tu vida.

Todos somos uno, en la medida de que todos aportamos al desarrollo de pequeñas e imperceptibles costumbres que se van heredando de generación en generación, de tiempo en tiempo, de vida en vida.

Trascendemos cuando tocamos de una u otra forma la vida de los demás.
Alexa Ch

Fuente: Sociología trascendental. Monografias

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