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noviembre 16, 2020

¿Por qué tenemos que agradecer?


"Señor, Dios mío, voy a dar gracias a ti por siempre" y "Voy a dar gracias al Señor con todo mi corazón."

Sal. 30:12;. Salmo 9:1 

"La gratitud produce alabanza y adoración en el corazón del hombre."
Lucas 17:15 

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

Noviembre es el mes de acción de gracias y yo tengo muchas razones para estar agradecida y dar infinitamente gracias a nuestro creador, a nuestro Dios. En nuestras vidas cotidiana deberíamos agradecer todos los días por despertar cada mañana porque respiramos, vivimos, sentimos, porque tenemos salud, sustento y abrigo.

También tenemos que agradecer por las experiencias de vida, esas experiencias que desangran el alma y que pueden hacer explotar nuestro corazón en millones de pedazos, pero que al final del día no nos derrumbamos porque Dios está con nosotros y esas experiencias nos hacen mejores personas.

Etimología:
AGRADECER: Viene del prefijo a- y gradecer, y del latín grātus ("grato")– y el sufijo -ecer.

HISTORIA DEL DIA DE ACCION DE GRACIAS.

Las oraciones de agradecimiento y las ceremonias especiales de Acción de Gracias son comunes casi todas las culturas después de las cosechas y en otras ocasiones. La historia de la festividad de Acción de Gracias en América del Norte tiene sus raíces en las tradiciones norteamericanas que datan de la reforma protestante. También tiene aspectos de un festival de la cosecha.

En Nueva Inglaterra ocurre mucho antes del final de noviembre, fecha en la que se celebra el Día de Acción de Gracias.

En la tradición inglesa, los días de Acción de Gracias y los servicios especiales de agradecimiento religiosos a Dios se hicieron importantes durante la reforma anglicana, en el reinado de Enrique VIII y en reacción al gran número de festividades religiosas del calendario católico.

El Día de 
Acción de Gracias es una fiesta nacional celebrada en los Estados Unidos principalmente y también en Canadá, y en algunas islas del Caribe, Liberia y por comunidades de inmigrantes estadounidenses en Centroamérica e Israel.

Comenzó como un día de dar gracias a Dios por la bendición de la cosecha y del año anterior. Festividades con nombres similares tienen lugar en Alemania y Japón.

El Día de Acción de Gracias se celebra el segundo lunes de octubre en Canadá y el cuarto jueves de noviembre en los Estados Unidos.

En los Estados Unidos, la tradición moderna del día de Acción de Gracias tiene sus orígenes en el año 1623 en una celebración en Plymouth, en el actual estado de Massachusetts. También existen evidencias de que los colonos españoles en Texas realizaron celebraciones en el continente con anterioridad en 1598 y fiestas de agradecimiento en la colonia de Virginia.

La fiesta en 1621 se celebró en agradecimiento por una buena cosecha. En los años posteriores, la tradición continuó con los líderes civiles tales como el gobernador William Bradford, quien planeó celebrar el día y ayudar en 1623.

​Dado que al principio la colonia de Plymouth no tenía suficiente comida para alimentar a la mitad de los 102 colonos, los nativos de la tribu Wampanoag ayudaron a los peregrinos dándoles semillas y enseñándoles a pescar.

La práctica de llevar a cabo un festival de la cosecha como este no se volvió una tradición habitual en Nueva Inglaterra hasta finales de la década de 1660.

¿Por qué tenemos que ser agradecidos?

1- La gratitud reconoce la soberanía de Dios.

El único, mayor acto de adoración que usted puede hacer es dar gracias a Dios.

2- La gratitud glorifica a Dios.
“Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.”
2 Corintios 4:15

3- “La oración de agradecimiento a Dios por un nuevo día es reconocer que él te ha permitido vivir.”

4- Un corazón agradecido reconoce la bondad de Dios.
“Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.”
1 Timoteo 4:4

5- Dar gracias a Dios es una parte habitual de la adoración.

6- Un corazón agradecido refleja humildad divina.

Tenemos muchas cosas por las que dar gracias a Dios:
a- “Alabad a DIOS, porque él es bueno; porque para siempre es su misericordia”.
b- “Dar gracias a Dios por los creyentes que expresaban su fe.”
c- Dar gracias por la conversión de las personas.
d- Debemos dar gracias por el don de Cristo.
e- Dar gracias por los que reciben y aplican la Palabra de Dios.
f- Agradecer porque La gratitud glorifica a Dios.


Hablemos de la Gratitud:

Gratitud es un sentimiento, emoción o actitud de reconocimiento de un beneficio que se ha recibido o recibirá. La gratitud no es lo mismo que la deuda moral. Aunque ambas emociones se producen después de recibir una ayuda, la deuda moral se produce cuando una persona percibe que tiene la obligación de compensar dicha ayuda.

Enfoques Teóricos acerca de la Gratitud:

El vínculo entre la espiritualidad y la gratitud. La gratitud está vista como una tendencia humana muy apreciada entre musulmanes, cristianos, budistas, judíos, e hindúes.

​La oración con gratitud a Dios es un tema común en dichas religiones y por lo tanto, el concepto de gratitud impregna los textos religiosos, las enseñanzas y tradiciones. Por esta razón, es una de las emociones más comunes que las religiones aspiran a provocar y mantener en sus seguidores y se considera como un sentimiento religioso universal.

En el judaísmo, la gratitud es una parte esencial del acto de culto y forma parte de todos los aspectos de la vida del creyente. De acuerdo con la visión del mundo hebreo, todas las cosas vienen de Dios y debido a esto la gratitud es extremadamente importante para los seguidores del judaísmo. La oración conclusiva, el Aleinu, también habla de la gratitud, agradeciendo a Dios por el destino particular del pueblo judío. Junto con estas oraciones, los fieles adoradores recitan más de cien bendiciones llamadas berakhots a lo largo del día.

En la visión Cristiana define la gratitud como algo que moldea y da forma a la vida cristiana. a Dios se le ve como el dador generoso de todas las cosas. En el cristianismo es un reconocimiento de la generosidad de Dios que inspira a los cristianos a dar forma a sus propios pensamientos y acciones en torno a tales ideales.

El libro islámico, el Corán, está lleno de la idea de la gratitud. El islam alienta a sus seguidores a ser agradecidos y dar gracias a Dios en todas las circunstancias. "La gratitud por la abundancia que se ha recibido es la mejor garantía de que la abundancia va a continuar."

2- Hallazgos empíricos:

Relación con el Bienestar- Las personas agradecidas son más felices, se sienten menos deprimidas, menos estresadas, más satisfechas con sus vidas y sus relaciones sociales. La gratitud está mucho más relacionada con la salud mental que cualquier otro rasgo de carácter
Relación con el altruismo. La gratitud también ha demostrado servir para aumentar la tendencias de una persona al altruismo.

El poder de la Gratitud:

A- La gratitud y el agradecimiento se convierten en una forma de vida, toda abundancia material y espiritual vienen al unísono.

B- La gratitud es uno de los sentimientos más poderosos que puedes usar para atraer la abundancia y bienestar a tu vida. Sin importar quién seas o dónde estés, la gratitud tiene el poder de eliminar todo tipo de negatividad de tu vida.

C- Dar es sentir gratitud; sentir gratitud es abrir la puerta a la prosperidad y abundancia.

Agradece por un nuevo día de vida, por tu salud, porque tienes una familia con salud y felicidad, por el pan que cada día hay en tu mesa. Porque tienes un techo que te da abrigo, por esos amigos incondicionales que te empujan fuerte a la esperanza y que cuando te caes y no te puedes levantar duermen junto a ti, agradece por el Don de elegir, que Dios te dio, por esos sueños cumplidos y por cumplir.

La palabra “gracias” es corta, solo tiene siete letras, pero tiene un enorme poder en nuestra relación con Dios y con las persona.

Gracias doy a mi Dios siempre por vosotros, por la gracia de Dios que os fue dada en Cristo Jesús.
1 Corintios 1:4:

"La gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás."

Señor ayúdame a ser grato contigo y con mis semejantes, no permitas que la ingratitud me aparte de las personas que amo.

Se aproxima el día de acción de gracias y tengo muchas razones por que agradecer; primeramente doy gracias a Dios por la vida por todo lo que soy, sin su bondad y misericordia yo no sería quien soy.

Doy gracias al cielo por darme la oportunidad de tener al mejor padre del Universo, por mi familia. Gracias a ti por darme la oportunidad de amar. Infinitamente gracias por habitar por siempre en mi corazón.

Muy agradecida con todos mis amigos que por cierto son un círculo muy reducido, pero ustedes son todo para mí. Desde el fondo de mi corazón… gracias compañeros por estos años de travesía.

Feliz día de Acción de Gracias a todos… Que Dios múltiple sus bendiciones… La cosecha del año venidero será prospera.

“Practiquen el dar, y se les dará. Derramarán en sus regazos una medida excelente, apretada, remecida y rebosante”
Lucas 6:38

“Regocíjense siempre. Con relación a todo, den gracias”
1 Tesalonicenses 5:16, 18


Nuestros sentimientos son un reflejo de nuestros pensamientos. Cada uno dé como propuso en su corazón.
Alexa Ch. 

Fuente: Biblia y Kashdan, T.B., Uswatte, G., & Julian, T. (2006). Gratitude and hedonic and eudaimonic well-being in Vietnam War veterans. Behaviour Research and Therapy, 44, 177-199.

julio 04, 2020

El Perdón

“Lo mismo que necesitamos el pan, así necesitamos el perdón. Y esto cada día.”

La vida humana tiene necesidad de amor auténtico, un amor como el de Jesucristo, lleno de misericordia, que perdona y acoge sin condiciones. No podemos sobrevivir sin misericordia, todos tenemos necesidad del perdón.

“Cuando recibimos una ofensa, sentimos dolor, pero perdonamos con el corazón.

 “El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe

El perdón es la acción por la que una persona, el perdonante, que estima haber sufrido una ofensa decide, bien a petición del ofensor o espontáneamente no sentir resentimiento hacia el ofensor o hacer cesar su ira o indignación contra el mismo; renunciando eventualmente a vengarse o reclamar un justo castigo o restitución, optando por no tener en cuenta la ofensa en el futuro de modo que las relaciones entre ofensor perdonado y ofendido perdonante no queden afectadas o queden menos afectadas. El perdonante no hace justicia con su concesión del perdón, sino que renuncia a la justicia al renunciar a la venganza o al justo castigo o compensación en aras de intereses superiores.
El perdón no debe confundirse con el olvido de la ofensa recibida. Tampoco perdona quien no se siente ofendido por lo que otras personas considerarían una ofensa. Tampoco perdona quien deja de sentirse ofendido tras las explicaciones del presunto ofensor que hacen ver la inexistencia originaria de ofensa alguna. 
El perdón es obviamente un beneficio para el perdonado pero también sirve al perdonante (que también está interesado en ver recompuestas total o parcialmente sus relaciones con el ofensor y en ocasiones cumple al perdonar una obligación moral o religiosa) y a la sociedad, pues contribuye a la paz y cohesión sociales y evita espirales de venganzas; motivo por el que religiones y diversas corrientes filosóficas lo recomiendan.
También se habla en un sentido impropio de perdonar un castigo, una deuda u otro tipo de obligación en el sentido de renunciar a exigirla.

Etimologia de Perdón:

De acuerdo con la Real Academia Española las palabras perdón y perdonar provienen del prefijo latino per y del verbo latino donāre, que significan respectivamente pasar, cruzar, adelante, pasar por encima de y donar, donación, regalo, obsequio, dar (si procede de la palabra donum, y hasta que se cumpla el tiempo (estipulado)(si procede de la palabra donec) lo cual implica la idea de una condonación, remisión, cese de una falta, ofensa, demanda, castigo, indignación o ira, eximiendo al culpable de una obligación, discrepancia o error.

Elementos del perdón:

La acción de perdonar conlleva la existencia de las siguientes situaciones o hechos:
1.    Existencia de una ofensa de cualquier tipo.
2.    Conocimiento de la ofensa por el ofendido, por la confesión del propio ofensor o por otros medios.
3.    El perjudicado por la ofensa se siente ofendido.
4.    Se modifica la actitud del ofendido hacia el ofensor (resentimiento, situación de enfado).
5.    (eventualmente) conocimiento por el ofensor de la afectación de las relaciones entre ofensor y ofendido.
6.    (eventualmente) el ofensor siente y/o manifiesta su vergüenza y/o arrepentimiento.
7.    (eventualmente) el ofensor reconoce su error y culpa y/o solicita el perdón y/o da una satisfacción al ofendido para hacerse merecedor del perdón; quien pide perdón reconoce ante sí mismo su propio error y culpa, vence su orgullo y se humilla ante el ofendido, solicitándole la gracia del perdón (lo que puede afectar a la autoestima); se arriesga a haber reconocido la culpa o responsabilidad para eventualmente no recibir el perdón solicitado.
8.    El ofendido decide perdonar al ofensor.

Factores que facilitan la obtención del perdón:

Aunque el ofendido es teóricamente libre de perdonar o no y el perdón es por tanto en teoría un acto graciable que no puede ser exigido, de hecho aumentan para el ofensor las posibilidades de ser perdonado:
- Cuando el ofensor explicita su pesar o arrepentimiento.
- Cuando ha solicitado el perdón sobre todo si se lo hace públicamente.
- Cuanto menos grave fuera la ofensa.
- Cuando se ha compensado al ofendido por el daño.
- Cuanto más importante sea su relación con el ofensor.
- Cuando el ofensor manifiesta su ánimo de enmienda.
- Cuando el ofendido considera el acto de perdonar como una obligación moral o religiosa.

Tipos de perdón:

·    Perdón pleno/parcial: En el perdón pleno, el perdonante perdona y olvida es decir no sólo decide no odiar al perdonado, sino que recupera la relación de confianza o amor con el perdonado como si la ofensa no hubiera tenido lugar. En el perdón parcial, el perdonante decide no odiar al perdonado por la ofensa recibida, pero no se recomponen totalmente las relaciones preexistentes.
·    Perdón condicional/incondicional: En el perdón condicional, el perdonante subordina algunos o todos los efectos del perdón al seguimiento por parte del perdonado de ciertas reglas de conducta o al cumplimiento de cualquier otro tipo de condición.
·    Perdón expresado/tácito/no expresado: El perdonante puede optar por comunicar expresamente al perdonado la concesión del perdón o bien por hacérselo ver por hechos más o menos concluyentes o bien optar por no comunicarle de modo alguno la concesión del perdón.
·    Perdón espontáneo/solicitado: El perdón solicitado es el que se produce tras la petición de disculpas del ofensor, el espontáneo tiene lugar sin tal petición.
·    Perdón humano/divino: Según quién sea quien perdona, Dios o el ofendido, el perdón será divino o humano.

Concepciones Religiosas, espirituales o filosóficas del perdón:

Pitaco Rey de Mitilene uno de los 7 sabios de Grecia dejó en libertad al asesino de su hijo expresando:
«El perdón es mejor que el castigo».
Aristóteles, en su Ética a Nicómaco afirmó que cuando un hombre da pruebas de juicio en las cosas que son del dominio de la prudencia es porque es inteligente, tiene buen sentido y en caso necesario sabe ser indulgente y perdonar porque los procedimientos honrosos y benévolos son los que emplean todos los hombres verdaderamente buenos en sus relaciones con los demás hombres.
El filósofo estoico romano Séneca en su obra De la Clemencia, desaconsejaba el perdón como contrario a la justicia, pero sí que aconsejaba la clemencia: Diré por qué no perdonar establezcamos primeramente qué es el perdón para convencernos de que el sabio no puede concederlo.
El perdón es remisión de castigo merecido. ¿Por qué no debe concederlo el sabio? Ampliamente desarrolladas se encuentran las razones en los que han tratado de esto. Por mi parte, lo diré con brevedad, como refiriendo opinión ajena. Se perdona al que debería ser castigado: ahora bien el sabio no hace nada de lo que no debe hacer, ni omite nada de lo que debe realizar, así, pues no remite la pena que debe imponer pero lo que quiere obtenerse por el perdón lo concede por camino mucho más honroso porque el sabio tolera, aconseja y corrige. Hace lo mismo que sí perdonara y no perdona porque perdonar es confesar que se omite algo que debería hacerse.

Hablemos de la Clemencia:

La clemencia no es obra de perdón sino de clemencia, tiene libre albedrío no juzga por fórmulas sino por el bien y la equidad.
Permitido le está absolver y tasar los castigos en el precio que le conviene. Al obrar de esta manera no pretende anular la justicia, sino que sus sentencias se ciñan a lo más justo. Perdonar es no castigar lo que se juzga perdonable. Perdón es remisión del castigo debido, el primer efecto de la clemencia es declarar que los indultados no debían padecer otra pena. Es por consiguiente más completa y honrosa que el perdón.

Todas las religiones universales recomiendan:
a)    Perdonar a los demás.
b)    Pedir perdón por las ofensas a los demás y
c)    Solicitar el perdón divino de los pecados así como no sentir rencor por los castigos o designios divinos, eventualmente crueles o incomprensibles para los humanos.

En el judaísmo:

El Yom ha kipur o día del perdón se celebra el 10 de Tishrei, 10 días después del año nuevo. Es la festividad más solemne y respetada del calendario judío. Este día se inicia como todas las fiestas judías la tarde del día anterior. Se observa un ayuno riguroso, es un día que se dedica a la plegaria y al arrepentimiento por las faltas cometidas durante el año esperando el perdón de Dios que ha de perdonar a todos quienes se arrepienten sinceramente.

En el cristianismo:

El perdón entre los hombres en el Antiguo TestamentoEl Dios del Antiguo Testamento hace múltiples referencias al perdón de Dios pero no insiste en reclamar que los hombres se perdonen entre sí; se lo considera no como un imperativo moral sino como algo loable pero realmente no exigible. En las oraciones contenidas en los Salmos se contienen numerosas peticiones de misericordia o perdón por los propios pecados pero también peticiones de que Dios castigue duramente a los inicuos o a los enemigos del orante o del pueblo de Israel.

Él aplastará a nuestros enemigos.
Salmo 108:15
[...] por tu amor, aniquila a mis enemigos, destruye a mis opresores, pues soy tu siervo.
Salmo 143:12-13

El perdón divino en el Antiguo Testamento:

Para obtener el perdón divino exige:
· El reconocimiento y confesión de los pecados (2 Crónicas 7, 14, Nehemías 9, 2-37, Jeremías 18, 7-11) con sinceridad (Isaías 58, 3-10)
· Penitencia en forma de sacrificios o ayuno (Levítico 5 nº 15, 22-28, Samuel 12, 13-16) o limosna (Daniel 4, 24, Tobías 4, 7-11)


El perdón en el Nuevo Testamento:

El perdón es considerado como imperativo moral y ya no como mera virtud potestativa. En el Nuevo Testamento Dios es misericordioso y está mucho más presente y perdonarse los unos a los otros se considera un imperativo moral pues el perdón a quienes nos ofenden y nos odian es uno de los mayores ejemplos de amor al prójimo; así como en el Antiguo Testamento escasean las referencias al perdón entre los hombres éstas abundan en el Nuevo Testamento que recomienda poner la otra mejilla y amar a nuestros enemigos. Jesús recomendó perdonar setenta veces siete (Mateo 18:22) es decir no cansarse de perdonar.
La parábola del hijo pródigo enseña las diferencias del perdón entre los seres humanos y su analogía con Dios como perdonador para quienes buscan de su perdón.

Perdónanos nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a nuestros ofensores. Y no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal… Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas vuestro Padre celestial también os perdonará a vosotros.
Mateo 6:12-14

Entonces Pedro se acercó y le dijo: -Señor, ¿Cuántas veces pecará mi hermano contra mí y yo le perdonaré? ¿Hasta siete veces? Jesús le dijo: -No te digo hasta siete, sino hasta setenta veces siete.”
Mateo 18:21-22

Mirad por vosotros mismos: Si tu hermano peca, repréndele y si se arrepiente, perdónale. Si siete veces al día peca contra ti y siete veces al día vuelve a ti diciendo: Me arrepiento, perdónale.
Lucas 17:3-4

Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritos y calumnia, junto con toda maldad. Más bien, sed bondadosos y misericordiosos los unos con los otros, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”
Efesios 4:31,32

La Iglesia católica:

Santo Tomás de Aquino, impresionado con la oración a menudo por él mencionada y que es la oratio de la misa del X domingo después de Pentecostés, que dice:
"Deus qui omnipotentiam tuam parcendo maxime manifestas" "Oh Dios que manifiestas tu omnipotencia sobre todo por el perdón...", afirma que "el perdón de Dios configura un poder superior al hecho de crear los cielos y la tierra".
Las oraciones más importantes para el cristianismo, el "Kyrie Eleison", el "Credo" de la Iglesia católica y el tradicional "Padrenuestro" mencionan el perdón de las ofensas y de los pecados:

El Credo:

Creo en Dios Padre Todopoderoso.
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su Hijo Nuestro Señor.
Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios de Dios, luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho;
que por nosotros los hombres, bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María la Virgen, y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato,
padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria para juzgar vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.

Padre nuestro:

Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Amén.

El pecado es una ofensa a Dios que por tanto también tiene algo que perdonar a través del sacramento de la confesión o penitencia. A través de los sacerdotes se obtiene el perdón divino por medio de la llamada absolución. La Iglesia católica sostiene esta capacidad del sacerdote en las palabras que el evangelio pone en boca de Jesús: Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados. A quienes se los retengáis les quedan retenidos (Jn 20, 23).
La Biblia destaca mucho más como obligación religiosa perdonar que pedir perdón. Pese a la multitud de ocasiones en las que en la Biblia (particularmente en el Nuevo Testamento) se recomienda perdonar a los demás no se encuentran referencias similares ordenando pedir perdón a los demás ofendidos, salvo a Dios, por ejemplo en los Salmos.

Absolución de los pecados en la Iglesia católica:

Como indicó la católica Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en su circular de 20 de marzo de 2000: La constitución divina del Sacramento de la Penitencia comporta que cada penitente confiese al sacerdote todos los pecados mortales, así como las circunstancias que lo especifiquen moralmente y que recuerde después de un atento examen de conciencia. Por esta razón, el Código de Derecho Canónico establece con claridad que la confesión auricular y secreta y la absolución es el único medio ordinario por el que un fiel que tenga conciencia de pecado mortal es reconciliado con Dios y con la Iglesia.

El Catecismo exige para la obtención del perdón divino: 1.- Examen de conciencia. 2.- Dolor de corazón. 3.- Propósito de enmienda. 4.- Decir los pecados al confesor y 5.- Cumplir la penitencia.

En el Budismo:

El perdón se concibe como una práctica para prevenir pensamientos dañinos que puedan alterar nuestro bienestar mental. El budismo reconoce que los sentimientos de odio y rencor dejan un efecto duradero en nuestra karma. De hecho el budismo promueve el cultivo de pensamientos que dejen una sensación sana. "En la contemplación de la ley kármica somos conscientes de que no hay razón para buscar venganza pero practicando el metta y el perdón, puesto que el agresor es, realmente, el más desafortunado de todos"
Cuando surge el resentimiento, la visión budista tiene un proceder tranquilo hacia su dispensación buscando la causa desde su raíz, este se centra en la liberación del sufrimiento y el engaño, por medio de la meditación recibiendo con ella entendimiento de su naturaleza. El Budismo cuestiona la realidad de las pasiones que hacen posible el perdón y los objetos de esas pasiones. si no perdonamos, continuamos creando una identidad alrededor de nuestro dolor, y esta es la que renace continuamente, esta es la que sufre.

El Budismo pone mucho énfasis en los conceptos de Mettā (tierna amabilidad), karuna (compasión), mudita (gozo compasivo), y upekkhā (ecuanimidad), como medios para evitar el resentimiento en primer lugar. Esas reflexiones son usadas para el contexto del sufrimiento en el mundo, tanto el nuestro como los demás.

En el Islam:

De Dios (Alá) se predica constantemente que es El Clemente, El Misericordioso (al-Rahman al-Rahim). El Corán, la Escritura de los musulmanes, deja claro que Dios castiga, pero también perdona. El islam enseña que Dios es el misericordioso y la fuente original de todo perdón. El perdón frecuentemente requiere el arrepentimiento de quienes han de ser perdonados. Dependiendo del tipo de error cometido, el perdón puede provenir directamente de Dios, o del ofendido. En el caso del perdón divino, la petición de tal perdón y el arrepentimiento es relevante; en el caso del perdón humano, es importante tanto perdonar como ser perdonado.
El libro fundamental del Islam, el Corán, enseña que sólo hay un pecado que Dios no perdona, la asociación de otros dioses a Dios (politeísmo) si se mantiene hasta la muerte, pero sí perdona a quien vuelve a Dios e implora sinceramente perdón y abandona la adoración de los demás dioses (Corán 4:116). El Corán recomienda insistentemente pedir a Dios perdón por los pecados: …e implorad el perdón de Al-lah. Ciertamente Al-lah es Absolvedor, Misericordioso. [Corán 2:199]; Y os exhorta a que pidáis perdón a vuestro Señor y os arrepintáis. [Corán 11:3].
En a llamada noche del perdón (Laylat al-Barh), que se celebra el décimo quinto día del octavo mes, Dios determina el destino de cada persona para el siguiente año. La gente se perdona los pecados mutuamente y pasa la noche en oración. Para ser perdonado por Dios el Corán exige tres requisitos:
1.    Reconocimiento de la ofensa ante uno mismo y ante Dios.
2.    Proponerse no repetir la ofensa.
3.    Pedir a Dios el perdón.

Perdón en el ámbito jurídico:

Por perdón en el ámbito jurídico pueden entenderse tres cosas bien distintas:
a)    El perdón del ofendido por un delito o falta penales
b)    El perdón de las deudas, técnicamente llamada condonación
c)  El perdón de las penas concedido discrecionalmente por el Estado, por medio del llamado indulto”.

Y cuando os pongáis de pie para orar, si tenéis algo contra alguien, perdonadle, para que vuestro Padre que está en los cielos también os perdone a vosotros vuestras ofensas.” 
Marcos 11:25-26

Sobre todo, tened entre vosotros un ferviente amor, porque el amor cubre una multitud de pecados.” 
1 Pedro 4:8

Perdón es una palabra muy difícil de pronunciar, pero es necesario. La actitud de pedir perdón y perdonar es una actitud que sana, libera, restaura y cura las dolencias del corazón.

El que es incapaz de PERDONAR es incapaz de AMAR. 

Nunca trates de dominar a quien te pide perdón por su error porque, entiéndelo, eres más importante que su ego.
El perdón es un regalo silencioso que dejas en el umbral de la puerta de aquellos que te han hecho daño.
Alexa Ch.

Fuentes: Antiguo y Nuevo Testamento, Monografias

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