“Encuentra el Amor en ti"
“Grábame como un sello sobre tu corazón;
llévame como una marca sobre tu brazo…”
Siempre habrá cielos brillantes, con la promesa de un amor verdadero y eterno en tu alma y en tu corazón.
Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.
Colosenses 3:14
Quien cultiva amor sincero, recibe amor del bueno. “El amor verdadero… es exigente. Su belleza está precisamente en su exigencia. Sólo quien, en nombre del amor, sabe ser exigente consigo mismo, puede exigir amor a los demás”.
El amor será fermento de paz, cuando la gente sienta las necesidades de los demás como propias y comparta con ellos lo que posee, empezando por los valores del espíritu. El amor es la única razón que justifica la existencia de todos y cada uno. El universo entero se creó por amor.
El amor, es la tercera y más importante de las virtudes Divinas., usualmente llamada caridad y es definida como; hábito divinamente infundido, inclinación de la voluntad del hombre a amar a Dios por sí mismo sobre todas las cosas y al hombre por el amor a Dios.
1 Cor. 13:13
Su origen, por infusión divina: “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado.” Es, por lo tanto, distinto de y superior a la inclinación innata o el hábito adquirido de amar a Dios en el orden natural.
Los teólogos (v. Teología) concuerdan al decir que el amor, es infundida junto con la gracia santificante, con la cual está íntimamente relacionada ya sea por identidad real, como algunos sostienen o de acuerdo a una idea más común, por medio de una emanación connatural y su morada es la voluntad humana.
El amor es un concepto universal relativo a la afinidad o armonía entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista. La diversidad de usos y significados y la complejidad de los sentimientos que abarca hacen que el amor sea especialmente difícil de definir de un modo consistente, aunque básicamente el amor es interpretado de dos formas: bajo una concepción altruista que se basa en la compasión y la colaboración bajo otra egoísta basada en el interés individual y la rivalidad.
El egoísmo suele estar relacionado con el cuerpo y el mundo material, el altruismo con el alma y el mundo espiritual; la palabra amor viene del latín «amor, «amōris» y este del verbo latino «amare» que significa amar.
En el contexto filosófico el amor es una virtud que representa todo el afecto la bondad y la compasión del ser humano. También puede describirse como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión o bien como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en el afecto.
Desde el punto de vista el amor religioso, desde este concepto, trasciende del sentimiento y pasa a considerarse la manifestación de un estado del alma o de la mente identificada en algunas religiones con Dios mismo o con la fuerza que mantiene unido el universo. Jesús dijo que amar a Dios y amar al prójimo es una sola cosa un solo mandamiento. ¿Cómo puede ser esto? ¿Cómo es que el amor al otro es también amor a Dios y el amor a Dios se realiza en el amor al prójimo? Históricamente podemos constatar que una persona puede amar al prójimo y no amar a Dios y que quien ama a Dios puede no amar al prójimo.
El amor ocupa el centro de la fe cristiana. Dios ama este universo en el que el amor humano, como don de Dios, es capaz de transformar la vida. Partimos de la importancia de la familia como núcleo fundamental de la sociedad. Y esta es una comunidad de amor pues es éste el motor vital de la misma. El amor no en un sentido poético sino en una función unitativa y dinámica entre seres humanos.
El amor es el principio y fuente creadora porque el hombre fue creado por amor y para el amor. Todas las manifestaciones del ser humano hacen patente esta tendencia; el amor es lo que identifica a la persona, la capacidad de amar es exclusiva del ser humano. El vínculo entre las personas debe ser el amor, el principio interior de la fuerza permanente y la meta última para vivir.
Manifestaciones del Amor:
Amor hacia un Dios o una deidad (devoción): Suele nacer de la educación recibida desde la infancia y se basa en la fe. Se considera a Dios como la fuente de todo amor.
Amor universal: Amor espiritual según diferentes religiones todas las personas pueden llegar a profesar al medio natural y que los grandes místicos experimentan como expresión del nirvana, éxtasis o iluminación; estados de conexión absoluta con el universo o con Dios.
Amor auto personal: El amor propio, amor compasivo, es desde el punto de vista de la psicología humanista el sano amor hacia uno mismo. Aparece situado como pre requisito de la autoestima y en cierto contexto como sinónimo de esta.
Amor incondicional: Es el amor compasivo, altruista que se profesa sin esperar nada a cambio. El amor espiritual predicado por las diferentes religiones es el amor incondicional por antonomasia.
Amor filial: Entre hijos y padres (y por extensión entre descendientes y ancestros).
Amor fraternal: En su sentido estricto es el afecto entre hermanos aunque puede extenderse a otros parientes exceptuados los padres y los descendientes. Nace de un sentimiento profundo de gratitud y reconocimiento a la familia.
Amistad: Cercano al amor fraternal es un sentimiento que nace de la necesidad de los seres humanos de socializar. El amor al prójimo nace a su vez del uso de la facultad de la mente de empatizar y tolerar, constituye la abstracción de la amistad.
Amor romántico: Nace en la expectativa de que un ser humano cercano colme a uno de satisfacción y felicidad existencial. Este sentimiento idealiza en cierto grado a la persona objeto de dicha expectativa definida en la psiquis.
Amor confluente: Amor entre personas capaces de establecer relaciones de pareja.
El amor a Dios es incluso más que un precepto que ata la conciencia humana, es también “el principio y meta de la perfección moral”. Como el inicio de perfección moral en el orden sobrenatural con la fe como fundamento y la esperanza como incentivo; el amor a Dios ocupa el primer lugar entre los medios de salvación que los teólogos llaman necesario “necesitate medii”. Al establecer que “la caridad no acaba nunca”. El amor a Dios es llamado “el mбs importante y el primero de los mandamientos”.
Ama “con todo tu corazón y con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas” no significan un máximo en intensidad porque la intensidad de una acción nunca cae bajo su mandato y mucho menos implican la necesidad de experimentar un amor más sensible por Dios que por los seres humanos porque los seres visibles aunque imperfectas atraen nuestra sensibilidad mucho más que Dios invisible.
El amor verdadero se construye no nace de la nada y este crece día a día y se vuelve único cuando conocemos completamente a la otra persona. Es muy fácil enamorarse solamente de las bondades y virtudes de una persona al compartir sus días buenos o enamorarse de la idea de una gran persona que no conoces. El amor verdadero se logra cuando conoces plenamente a esa persona tanto sus virtudes como sus defectos, al compartir días buenos y días malos. Cuando te sientes libre de ser tu misma de mostrarte tal cual es y saber que esa persona estará ahí para ti sin condición.
El amor verdadero existe y lo puedes encontrar si escuchas las señales de tu corazón y eliges a la persona indicada.
El amor verdadero:
- Te permite ser tú mismo con plena confianza.
- No te limita, no pone condiciones ni te tiene como una opción.
- Te apoya incondicionalmente, en días buenos o malos.
- Te conoce, te acepta y ama tal como eres.
- Ambos disfrutan y buscan compartir el mayor tiempo juntos.
- Te brinda paz, estabilidad emocional, comodidad y siempre te hace reír.
- No te controla ni busca poseerte, sino que te da libertad.
Para amar en plenitud debemos “desactivar el ego” permitiendo así que la pareja nos ame en libertad siendo una persona con voluntad propia y no como “nosotros deseamos”. El amor que se ofrece con espontaneidad y de modo íntegro es sin duda el amor más pleno y auténtico. Cuando somos egoístas convertimos en objetos a las personas y no le damos el valor y la libertad que todos merecemos.
Si nos amamos a nosotros mismos podemos dar amor sin condiciones porque nuestro valor y amor propio no proviene de los demás sino de nosotros mismos. “El egoísmo no es vivir como uno desea vivir, es pedir a los demás que vivan como uno quiere vivir”. “El amor es paciente, es bondadoso”. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad sino que se regocija con la verdad. El amor es un viaje en compañía, Este viaje no se refiere a almas gemelas creadas una para la otra sino a una aventura de vida donde uno no camina solo. Es un viaje donde se superan obstáculos se tienen objetivos y propósitos.
“El amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar. Esa libertad, que hace posibles espacios de autonomía, apertura al mundo y nuevas experiencias, permite que la relación se enriquezca y no se convierta en un círculo cerrado sin horizontes”.
Debemos amar con la ternura del corazón. “La ternura es amor que se hace cercano y concreto. Un sentimiento que viniendo de Dios nos alcanza pero que no se queda en el sentimiento sino que exige manifestarse en gestos y obras concretas”.
“El secreto de la vida, es el amor. Solo el amor llena los espacios vacíos causados por el mal”. El que no ama no conoce a Dios porque Dios es amor. “Quien ama pierde poder, quien dona se despoja de algo y amar es un don”.
Reciban misericordia, paz y amor en abundancia.
Como un sueño, como un milagro, espero que siempre estes ahí. Feliz día del amor… Dulces amigos gracias por habitar por siempre en mi corazón. “Grábame como un sello sobre tu corazón; llévame como una marca sobre tu brazo… Fuerte es el amor… como llama divina”.
Como un fuerte latido de mi corazón, llegaste desde los cielos hasta la tierra.
“Por la mañana hazme saber de tu gran amor,
porque en ti he puesto mi confianza”.
Alexa Ch
Fuente: La Biblia, enciclopedia, Monografías.
